Se acabó, nunca más,
el tiempo se desbloquea,
había desaparecido
el encargado de atarlo
y presidirlo.

La distraída.


Y yo, ávida de un título para mi Blogspot no hacía más que pasar hojas en busca de frases sueltas, palabras que lo conformasen, y La distraída se hizo ante mi:


"No estás ya aquí, Lo que veo de ti, cuerpo, es sombra, engaño. El alma tuya se fue donde tú te irás mañana. Aún esta tarde me ofrece falsos rehenes, sonrisas vagas, ademanes lentos, un amor ya distraído. Pero tu intención de ir te llevó donde querías, lejos de aquí, donde estás diciéndome: - aquí estoy contigo, mira - Y me señalas la ausencia."



Tal vez esto ya estaba escrito, pero... debía hacerlo de nuevo.

La distraída; Seguro Azar Pedro Salinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Acaso tienes algo qué decir?